Existen muchos tipos de residuos, entre ellos los RCD (Residuos de la Construcción y Demolición) y RSU (Residuos Sólidos Urbanos); y dentro de estos encontramos:

– Residuos inertes. Aquellos que no presentan ningún riesgo de polución de las aguas y de los suelos y que, en general, podríamos asemejar a los materiales pétreos.

– Residuos no peligrosos. Son los que por su naturaleza pueden ser tratados o almacenados en las mismas instalaciones que los residuos domésticos.

– Residuos peligrosos. Los formados por materiales que tienen determinadas características perjudiciales para la salud o el medio ambiente.

Hablando un poco de los residuos de la construcción y demolición (RCD), decir que estos conforman el impacto más significativo de las obras sobre nuestro medio ambiente. Las causas principales de dicho impacto sobre el ecosistema se encuentran en estos factores:

– El volumen y peso de los mismos acelera el ritmo de llenado  y saturación de los vertederos, y aumenta significativamente el número de transportes por carretera.

– Se dificultan enormemente las opciones de valorización del residuo, ya que la maquinaria necesaria tiene un coste muy elevado y se necesita mucha mano de obra para su clasificación y diferenciación.

– Pero también existe una problemática añadida. Y es que otro tipo de residuos que se generan en la vida cotidiana -plásticos, muebles, juguetes o neumáticos-, también se camuflan entre los RCD. Esto sucede, por un lado, porque particulares los depositan en la cubas que se encuentran en las obras. Pero también porque a la hora de realizar el derribo dichos enseres se encuentran dentro de las viviendas e instalaciones.

Obra de derribo en Cartaya, Huelva

Estos desechos generan grandes inconvenientes en la operativa diaria de las empresas, al no ser aceptados por los vertederos o, más correctamente, las plantas de valorización de residuos.

Las plantas de valorización son las encargadas de dar una segunda vida a los escombros generados. Como ejemplo, la utilización de machacadoras que permiten su uso posterior para fabricar de nuevo materiales de construcción. Pero por supuesto solo admiten materiales cerámicos, por lo que el depósito de otro tipo de residuos supone un gran problema a las empresas transportadoras.

Foto obtenida de la web Directindustry

Sin embargo, no todos los residuos pueden depositarse en la misma planta o vertedero. De esta manera, en función del residuo, la empresa de transporte irá a un municipio u otro. Este hecho incrementa los costes de transporte, a sumar a los de depósito.

Por añadidura, cuando las empresas de transporte de residuos quieren depositar las cubas en estas instalaciones de valorización, deberán llevar los residuos separados por categorías, dependiendo su precio del tipo de residuo que se deposite. Así, el importe a pagar se incrementará en un 50% si el residuo transportado es plástico.

En muchos casos, las plantas están más lejos de lo deseado, hasta 60 y 80 km de distancia, con el consiguiente coste elevado para los ciudadanos. Y es que la repercusión de la distancia en km es aplicada directamente al cliente final mediante el precio de las cubas. Atendiendo a esto, el cliente muchas veces decide poner fin a sus residuos, RCD u otros, de manera poco ortodoxa. Esto sucede sobre todo en relación a pequeñas obras de mantenimiento o reparación.

Algunos municipios han intentado solucionar este asunto con los puntos limpios. Estos pueden ser utilizados por los ciudadanos, no por las empresas, para depositar residuos de todo tipo, incluidos los de construcción. Sin embargo, teniendo en cuenta el peso y volumen de los RCD, es bastante complicado para el ciudadano depositar estos residuos en el punto limpio, teniendo que recurrir a empresas para su retirada.

Cubas de residuos

Queda mucho trabajo por hacer en este sentido. Si realmente se quiere ordenar el depósito/ eliminación/ reciclaje/ valorización de los residuos, deben darse mayores facilidades de acceso a los distintos tipos de vertederos o plantas de valorización a las empresas de transportes de cubas y contenedores de escombros y residuos.

Y por otro lado, el ciudadano debe comprender que una cuba de escombros no es un contenedor de basura. Las empresas de este tipo NO tienen permitido el acceso a los vertederos de basura, por lo que deben retirar esa basura a mano y depositarla en los contenedores habilitados.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *